Good & Sicko

GOOD- No good...

Viggo Mortensen interpreta a un profesor que simplemente se deja llevar... se deja seducir por el régimen nazi y por una joven alumna... quizás es que no tiene fuerza de voluntad para resistirse a lo fácil y cae en todas las tentaciones que se le presentan dejando de lado sus propias convicciones y su ética.

La película es floja, muy floja. No se desarrollan en profundidad ni las relaciones entre los personajes ni los hechos, y el final es inesperado, y digo inesperado no porque la trama haya dado un giro sorprendente, sino porque acaba bruscamente, cuando menos te lo esperas y sin demasiado sentido, parece que te vas a publicidad, pero no, es el fin de una película que no pasará a la historia. Termina cuando aún no tiene que terminar, aunque en realidad te da un poco lo mismo porque no estaba resultando demasiado interesante.

SICKO- Otra de Michael Moore.

El polémico director vuelve a la carga, esta vez para darle un buen repaso a la asistencia sanitaria en los Estados Unidos, y lo hace en su línea: alarmista, irónico, sensacionalista, sacando a la luz los casos más duros, sangrantes y extremos.

Es un documental bastante entretenido, su enfoque es diverso: critica el papel puramente especulador de las grandes compañías aseguradoras, compara el sistema en EE.UU. con la situación en materia de sanidad en países como Canadá, Francia, Inglaterra y Cuba, incluso viaja a Guantánamo con un grupo de americanos enfermos solicitando asistencia, y en primera persona se cuentan unas cuantas historias que ponen los pelos de punta.
Cuando fue entrevistado acerca de su película, Moore dijo irónicamente: «Si la gente pregunta, díganles que Sicko es una comedia acerca de los 45 millones de personas sin salud pública del país más rico de la tierra».