Hard Candy y Los Cronocrímenes


Ante un fin de semana frío y muy lluvioso, la mejor opción fue quedarse en casa viendo unas pelis desde el sofá con la manta más abrigosa.

Hard Candy es un thriller psicológico protagonizado por Ellen Page, pero aquélla Juno dulce y entrañable se ha convertido en una joven maquiavélica y justiciera, aunque su carita angelical siga ahí. La película transcurre casi en su totalidad en un único escenario, una casa, y durante los 104 minutos de duración prácticamente no aparecen más que dos personajes, Hayley (interpretado por Ellen Page) y el "torturado" Jeff ( Patrick Wilson).

Tampoco los cronocrímenes ha gastado mucho presupuesto en escenarios y reparto, no fue necesario; aún así, al igual que Hard Candy consigue mantenerte expectante durante toda la película. Es un viaje en el tiempo, un thriller, pero no un thriller cualquiera, si no de esos que te hacen remover las neuronas...aunque si las mueves demasiado te darás cuenta de que realmente el argumento es como "la pescadilla que se muerde la cola", los que la habéis visto seguro que enténdeis porque utilizo esta frase hecha. Sin embargo creo que está bien contada, y que realmente ofrece detalles muy buenos. Poco a poco vas entendiendo todos los acontecimientos que en un principio no tenían ningún sentido.
Con dirección y guión a cargo de Nacho Vigalondo, y protagonizada por Karra Elejalde y el propio Nacho. Avalada asímismo por múltiples reconocimientos:

-24th Amsterdam Film Festival 2008: Premio Tulipán Negro del Jurado.
-Philadelphia Film Festival 2008: Premio del Público.
-Sundance Film Festival 2008: Sección Park City at Midnight.
-Festival Science Plus Fiction Trieste 2007: "Asteroide de oro" mejor película.
-Fantastic Fest Austin (Texas) 2007: Premio a la mejor película y Medalla de Plata del Público.

Por su parte Hard Candy, primer largometraje de David Slade, ha sido la ganadora de los premios a Mejor Película, Mejor Guión, y Premio del Público en la edición de 2005 de Sitges Festival Internacional de Cine de Cataluña.

Ninguna de las dos tiene desperdicio, no son más de lo mismo y eso siempre es encomiable, además ambas tienen un final acertado, y no demasiado previsible.

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