¿Alguien recuerda un película americana de terror adolescente titulada "Destino Final", que tuvo hasta cuatro entregas? El argumento era el siguiente: en el viaje de fin de curso a París, Alex Browning (interpretado por Devon Sawa) tiene una visión en la que el avión en el que los alumnos van a embarcar va a explotar al despegar del aeropuerto. Alex trata de abandonar el avión y provoca un altercado. En consecuencia él, la profesora y unos cuantos estudiantes son expulsados del avión. Poco después todos ellos observan la explosión del avión desde la terminal del aeropuerto. Más tarde los sobrevivientes tratan de calmarse y de olvidarse de lo ocurrido pero la tranquilidad dura poco pues pronto se dan cuenta de que la muerte vuelve para concluir su trabajo; y además lo hace matando a cada uno de los supervivientes del Vuelo 180 en extraños accidentes, pero lo más sorprendente es que los supervivientes mueren en el mismo orden que habrían muerto si se hubiesen quedado en el avión.
Algo parecido es lo que le ha ocurrido días atrás a una mujer italiana que llegó tarde al aeropuerto de Río de Janeiro y perdió el vuelo 447 de Air France, con destino a París (igual que en la película) que cayó al Atlántico el pasado 1 de junio con 228 personas a bordo, pues poco días después de librarse de una muerte segura ha fallecido en un accidente de tráfico en Austria. Su esposo, que también perdió el avión, se encuentra herido grave (desconocemos cuál ha sido su evolución).
El matrimonio se encontraba de vacaciones en Brasil. Al perder el vuelo de Air France tuvieron que coger otro al día siguiente para regresar a Europa.
Lo dicho, del destino no se puede escapar..., porque la muerte no perdona, la muerte tiene un plan.
fuentes: wikipedia y el mundo.
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