En una antigua fábrica de curtidos del siglo XVII, a la sombra de un puente románico sobre el Arnoia, donde hace siglos montaban guardia los caballeros templarios se encuentra A fábrica de Vilanova.Un restaurante que reune todo lo que hoy por hoy se le puede pedir a una buena velada culinaria: Un marco incomparable, un ambiente agradable y sobre todo innovación en la carta.
El escenario es de lo más espectacular, una antigua fábrica perfectamente rehabilitada, y convertida en un espacio contemporáneo. El comedor es de piedra vista, y todavía conserva un antiguo molino de tracción animal en la cafetería. Las mesas del restaurante, son los antiguos tanques que se utilizaban para curtir.
La cocina intenta combinar los productos de temporada con un estilo contemporáneo que hace que no se pueda hablar de una, sino de varias cartas de A Fábrica de Vilanova. Y sobre todo bajo la garantía de un joven Chef como André Arzúa.
Recomendaciones: Merluza en papillot, Segredos de porco y golosina de naranja.
Pag. Web: http://www.afabricadevilanova.com/
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