Queremos darle un "toque" diferente a una habitación, a un rinconcito o a un pasillo; pero no nos apetece recurrir al papel pintado, porque queremos algo más sencillito en cuanto a colocación, porque se nos sale de presupuesto o porque buscamos algo distinto.
Una opción: los vinilos decorativos, que vienen a ser como adhesivos gigantes (más o menos gigantes) y que resultan una forma sencilla de personalizar una pared...o incluso un mueble.
Algunos recuerdan a tatuajes, otros parecen dibujos infantiles, predominan los motivos florales y de inspiración oriental. La mayoría de ellos no llevan ningún tipo de fondo, el diseño se sirve totalmente recortado, para que así no interfiera con el color de la pared o mueble sobre el que lo colocamos.
En la página de Flor4u hay un montón de propuestas para todos los gustos.
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